http://es.autoblog.com/2014/01/20/conta ... e-r-coupe/
Aquí está el felino malote que tanto tiempo hemos estado reclamando. Si bien el F-Type descapotable de Jaguar es la expresión más pura del estilo de vida y diversión que la firma quiere proyectar, es esta variante cupé a la que más ganas teníamos de ponerle la mano encima ya desde aquel lejano Salón de Frankfurt de 2011, cuando el C-X16 Concept nos empezó a dar una idea de lo que estaba por venir.
Ahora tenemos la oportunidad de probar la variante más Radical, con erre mayúscula, de este cupé, el F-Type R Coupe. Con un precio de 119.050€, no podemos decir que este aparato de 550 caballos nada menos sea especialmente barato, aunque comparativamente, un Porsche 911 Carrera 4S, con bastante menos chicha bajo su capó (400 caballos) arranca todavía más arriba, desde 129.332€.
Curiosamente, la firma ha reservado el V8 más potente para este cupé, dejando al descapotable con un tope de gama denominado V8 S, de 500 caballos "a secas". Con los ocho cilindros y los 550 caballos, este cupé pesa 1.650 kilos, ofrece 680 generosos Nm de par máximo, y se comercializa con un cambio automático ZF de ocho relaciones. ¿Prestaciones? 300 por hora de punta, 0 a 100 en 4,2 segundos.
Y todo ayudado del techo, que mejora la rigidez torsional del chasis del F-Type en un 80% respecto al modelo abierto, para que las ruedas pisen mejor en cualquier trazado, aunque sea el del circuito de Montmeló, donde nos estrenamos al volante de este nuevo Jag.
Tras haber comprobado lo bien que iba y lo entretenido que resultaba el F-Type Roadster el año pasado en varias ocasiones, el R Coupe se nos presentaba en el Circuito de Barcelona (sí, su nueva denominación comercial por motivos de patrocinio), con llantas de 20 pulgadas, que hacen que se eleve un pelo más sobre el asfalto que el V6 S con llanta de 19. Así mismo, el uso de neumáticos más anchos, limitado a no ensanchar más los ejes, da por resultado que las vías decrezcan ligerísimamente, al estar el centro de gravedad de la huella de los neumáticos "más metido hacia dentro".
Si optas por los frenos carbonocerámicos opcionales, las llantas se ven obligadas a contar con más espacio transversal (ET) para dejar hueco a las más potentes y amarillas pinzas de freno rígidas, lo que a su vez hace que las vías se incrementen marginalmente.
Nuestro plan de prueba se reducía a dos partes: cuatro vueltas con el R Coupe con frenos de carbono y otras cuatro con el equipamiento de serie. Eso sí, todas y cada una de las unidades llevaban de serie el vocal escape deportivo, que permite abrir unas válvulas mediante un botón para tener un bramido más "berraco" y petardazos en retención que te ponen a tono.
En el cupé, y con este motor de 550 caballos, el escape es todavía más sonoro que el ya de por sí abiertamente gritón sistema del V8 S de la variante descapotable, tal vez para vencer la resistencia sonora del techo.
Antes de salir a pista, los ingenieros y responsables de la marca nos recordaron varias veces que estábamos ante prototipos de validación fabricados el pasado mes de octubre, y todavía no contaban con las últimas actualizaciones del modelo de producción en cuanto puesta a punto de software.
El F-Type, con frenos de acero, se nos desató primero como una máquina de par. En la chicane de antes de entrada a la curva que da acceso a recta de meta, donde con otros coches reduces a segunda, el R Coupe con sus ocho cilindros llenos de par motor, hace que nos olvidemos de darle a las levas del cambio en modo manual, tirando de newtons metro para mover el trasero.
Con el V8 gravitando sobre las ruedas delanteras, el morro se abre en las entradas a curva si fuerzas el ritmo, revelando un subviraje que te separa de las ganas de ir al ataque "con todo". A esto se suma el control de estabilidad, que en modo normal apenas deja a la trasera juguetear para ajustar el guiño de la carrocería. Si te pasas a un modo más deportivo, el diferencial trasero de bloqueo electrónico mediante embragues, pasa a ser el protagonista, perimitiéndote derrapes muy bruscos, pero perfectamente controlables una vez has marcado bien el contravolante. Nos contaban los ingenieros de Jaguar que están trabajando en esa brusquedad, para que el coche sea más fácil de modular en la transición de agarre a deslizamiento.
Nos cambiamos entonces al R Coupe con discos carbonocerámicos y vías ensanchadas. Inmediatamente nos sentimos más a gusto, con un frontal ligeramente más incisivo, que no está tan condicionado al subviraje. Apagamos entonces el control de estabilidad y nos encontramos con el carácter de un potente deportivo V8, capaz de salir desde parado entre una nube de humo blanco y olor a goma quemada, "estilo muscle car".
Por cierto, la opción del techo solar, que agrega peso y eleva el centro de gravedad, será bienvenida por cualquier cliente potencial, y es que sus daños colaterales en la dinámica quedan de sobras compensados por un habitáculo luminoso y "abierto".
Olvidándonos brevemente de la experiencia de conducción, la carrocería cupé, además de ofrecer un extra de rigidez torsional también nos obsequia con un extra de capacidad de maletero, que hace que se pueda usar como un GT para cualquier fin de semana.
Pero tal vez la cuestión principal del R Coupe sea si merece la pena pagar el extra que pide Jaguar por él respecto al V6 S, que cuesta ¡30.000€ menos! (90.250€). Sí, "sólo" tiene 381 caballos, y no suena tan "bruto", pero el comportamiento dinámico está mucho más compensado y conseguido (ni subvira tanto, ni quema tanta rueda de manera descontrolada). Tal vez la versión definitiva de concesionario del V8 R Coupe sea menos tosca y bruta.
Aunque quejas al margen, puedes creenos si te decimos que es el Jaguar más pasional y deportivo que hemos probado hasta la fecha, y que no dejará indiferente a nadie, aunque para nosotros... que nos sirvan un V6 S Coupe.