Los jóvenes que no amaban a los coches
Publicado: 19 Ene 2017 20:36
Parafraseando el título de la (sobrevalorada) novela "LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES", detecto un progresivo desinterés en los jóvenes por
sacarse el carné de conducir y tener coche. Cuando yo era joven, era lo que más esperaba con ilusión. Mi primer coche me lo compre tras trabajar en unas
suplencias de verano. Era un Simca 1000 de 2ª mano y me costó la ridícula cifra de 25.000 pesetas, pero recordaré toda la vida la emoción que me produjo
el tener coche propio.
Las causas del actual desinterés juvenil por el mundo del motor son muy variadas y más complejas que la falta de perspectivas laborales. Tener coche
propio significa, tras la vivienda, el principal gasto ; impuestos, seguros, revisiones, averías, ITV, combustible, aparcamiento, etc...Los mileuristas no
pueden afrontar su emancipación pues con 1000 Euros es imposible pagar un alquiler ( o una hipoteca) + el pago del coche + el pago de la luz, el gas,
el recibo del agua, el seguro de la vivienda, etc...etc... y, naturalmente comer. No me extraña los bajísimos índices de natalidad. Teniendo en cuenta
la barbaridad del paro juvenil y los contratos basura que de vez en cuando puedan lograr obtener (existen contratos por días) los jóvenes ¿qué futuro se
pueden planificar?...Pero, incluso en aquellos que sí han logrado una buen trabajo, la adquisición de un coche parece que no esté entre sus prioridades.
Internet y sus infinitas aplicaciones les ofrecen ya compartir coche por días e incluso horas y minutos pagando por el tiempo la utilización del vehículo
con lo que se hace innecesario tener en propiedad un coche ahorrándose un montón de dinero que utilizarán en otros menesteres como ver mundo y en
poseer lo último en tecnología. La era digital terminará por acabar con la propiedad de los coches y, vete a saber,a través de la nueva economía
colaborativa, la utilización también por días y horas de las viviendas. Así las cosas, vamos derechos hacia un mundo cada vez con menos coches,
que, con gran entusiasmo de ayuntamientos, prohibiéndoles pasar por aquí y por allí, haciendo a los conductores la vida imposible contribuyendo con ello
no solamente a vaciar las calles de vehículos sino de trabajadores en las cada vez más robotizadas plantas de producción. Nos dirigimos a un mundo
controlado por Silicon Valey donde un puñado de privilegiados, la élite digital, tendrá a sus pies el resto de los 6.000 millones de humanos.
sacarse el carné de conducir y tener coche. Cuando yo era joven, era lo que más esperaba con ilusión. Mi primer coche me lo compre tras trabajar en unas
suplencias de verano. Era un Simca 1000 de 2ª mano y me costó la ridícula cifra de 25.000 pesetas, pero recordaré toda la vida la emoción que me produjo
el tener coche propio.
Las causas del actual desinterés juvenil por el mundo del motor son muy variadas y más complejas que la falta de perspectivas laborales. Tener coche
propio significa, tras la vivienda, el principal gasto ; impuestos, seguros, revisiones, averías, ITV, combustible, aparcamiento, etc...Los mileuristas no
pueden afrontar su emancipación pues con 1000 Euros es imposible pagar un alquiler ( o una hipoteca) + el pago del coche + el pago de la luz, el gas,
el recibo del agua, el seguro de la vivienda, etc...etc... y, naturalmente comer. No me extraña los bajísimos índices de natalidad. Teniendo en cuenta
la barbaridad del paro juvenil y los contratos basura que de vez en cuando puedan lograr obtener (existen contratos por días) los jóvenes ¿qué futuro se
pueden planificar?...Pero, incluso en aquellos que sí han logrado una buen trabajo, la adquisición de un coche parece que no esté entre sus prioridades.
Internet y sus infinitas aplicaciones les ofrecen ya compartir coche por días e incluso horas y minutos pagando por el tiempo la utilización del vehículo
con lo que se hace innecesario tener en propiedad un coche ahorrándose un montón de dinero que utilizarán en otros menesteres como ver mundo y en
poseer lo último en tecnología. La era digital terminará por acabar con la propiedad de los coches y, vete a saber,a través de la nueva economía
colaborativa, la utilización también por días y horas de las viviendas. Así las cosas, vamos derechos hacia un mundo cada vez con menos coches,
que, con gran entusiasmo de ayuntamientos, prohibiéndoles pasar por aquí y por allí, haciendo a los conductores la vida imposible contribuyendo con ello
no solamente a vaciar las calles de vehículos sino de trabajadores en las cada vez más robotizadas plantas de producción. Nos dirigimos a un mundo
controlado por Silicon Valey donde un puñado de privilegiados, la élite digital, tendrá a sus pies el resto de los 6.000 millones de humanos.